La inflamación abdominal tienen entre sus principales síntomas estreñimiento o diarrea; distensión abdominal o gases; dificultad para adelgazar; falta de energía y otras infecciones. La inflamación puede afectar a la mucosa del estómago, intestino delgado o grueso. Además, explica el Dr. Gonzalo Guerra, director de CMED, el sobrepeso y la obesidad provocan una inflamación generalizada en el aparato digestivo, lo que hace que sea más difícil adelgazar porque aumenta la resistencia a la insulina. Hay que evitar los alimentos ultraprocesados (jamón york, por ejemplo) la pasta o el pan blanco e, incluso los yogures azucarados. También hay que dar descanso al aparato digestivo para que puede digerir adecuadamente los alimentos. La inflamación abdominal provoca desequilibrios en la microbiota intestinal, para poder solucionar este problema hay que tomar fibra, ya que produce gran cantidad de sustancias que van a mantener el equilibrio intestinal se recupere y que el intestino funcione adecuadamente y se vaya produciendo una desinflamación progresiva.