Los pólipos son protuberancias que se encuentran en la mucosa del colon. Pueden ser planas o en forma de champiñón y, en la mayoría de los casos, son asintomáticos, aunque también pueden provocar sangrado, obstrucción intestinal y tenemo.

Los pólipos colónicos son lesiones premalignas que pueden evolucionar a un cáncer de colon, pero que pueden ser extirpar totalmente durante la realización de una colonoscopia.

Los pólipos en el colon se pueden clasificar como hiperplásicos, adenomatosos y hamartomosos. Los más frecuentes, explica el Dr. Eugenio Freire, cirujano general y digestivo de CMED, son los adenomatosis, siendo también los que tienen más posibilidades de malignizarse.

La colonoscopia es el arma de prevención más efectiva frente al cáncer de colon. Para la población general, se recomienda que se haga a los 45 años, dado que es a esta edad cuando aumenta el riesgo de padecer un cáncer, aunque hay estudiar los factores de riesgo personalizados.

En los casos de poliposis familiar adenomatosa, el cribado debe iniciarse a la edad de 10 años, para prevenir un posible caso de cáncer de colon.

Entre las pruebas de detección de cáncer de colon se encuentra el test de sangre oculta en heces, colonoscopia, sigmoidoscopia flexible y colonoscopia virtual. La mayoría de las asociaciones médicas recomienda como prueba principal la colonoscopia ya que es diagnóstica y terapéutica (permite extirpar pólipos en la misma intervención.