La acalasia es una patología rara que tiene como principal síntoma la dificultad para tragar los alimentos e, incluso, líquidos, así como dolor y ardor en la zona del tórax.

Las principales causas de la acalasia son de origen infeccioso, genético y autoinmune, explica la Dra. Pilar Castillo, especialista en aparato digestivo de CMED. En la gran mayoría de los casos, no se puede identificar la causa exacta, pero entre el 3-5% de los pacientes en los que se sabe el origen, en la mayoría de los casos suele estar en tumores en localizados en la unión del esófago con el estómago.

Por otra parte, los pacientes con acalasia pueden regurgitar los alimentos, así como sufrir pérdida de peso (con el consiguiente estado de desnutrición). Todos los síntomas avanzan muy lentamente, lo que hace que el diagnóstico se vea retrasado en ocasiones.

El diagnóstico de la acalasia se realiza mediante diferentes pruebas digestivas:

• Gastroscopia: descarta la existencia de masas tumorales.
• Radiología con contraste de bario.
• Manometría esofágica: permite ver si existe el movimiento propio del esófago que permite que los alimentos avancen hacia el estómago.
• Resonancia Magnética, TAC o endoscopias avanzadas.

Los tratamientos farmacológicos actuales tienen como objetivo paliar los síntomas, mientras que hay que recurrir a intervenciones más o menos invasivas para conseguir "abrir" la zona del esófago que impide el paso del bolo alimenticio al estómago.

• Miatomía de Heller: es la más frecuente.
• Dilatación del esófago mediante gastroscopia con la introduzción de un balón intragástrico.
• Miatomía endoscópica peroral (POEM).