La vitamina K ha demostrado ser un aliado frente a las enfermedades cardiovasaculares. Más de un 30% de personas que toman una dieta rica en esta vitamina tienen menos riesgo de sufrir enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos relacionadas con la aterosclerosis.

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte a nivel mundial, incluso por delante de la COVID19. Este tipo de enfermedades pueden prevenirse en parte realizando tanto una dieta saludable como con la práctica de ejercicio.

Diferentes estudios han demostrado que la vitamina K reduce la inflamación sistémica, el mantenimiento de la hemostasia (proceso que reduce los procesos hemorrágicos) y la inhibición de la calcificación arterial, otras de las causas de las enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas.

La vitamina K tiene dos tipos, la K1 se encuentra en los vegetales de hoja verde y la K2 en la carne y los huevos y alimentos fermentados como es el queso.

El Dr. Domingo Carrera, médico especialista en nutrición de CMED, explica que en la actualidad con una dieta adecuada se cubren las necesidades básicas de vitamina K. Solo sería necesaria suplementación cuando se padece Enfermedad Inflamatoria Intestinal o se ha practicado una resección intestinal, entre otras. Además, si se disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular existen menos posibilidades de sufrir una COVID19 en su forma más severa.

 

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