Un alimento transgénico es aquel al que se le ha modificado el ADN para conseguir que tenga unas características diferentes al original, como pueden ser que el alimento sea más rico en nutrientes, vitaminas y minerales además de que sea más resistente a plagas y tenga un proceso de crecimiento más rápido.

Los alimentos transgénicos empezaron a darse en los años 90 y con el paso del tiempo son cada vez más y se ha conseguido que la calidad de éstos sea mejor.

Las ventajas de este tipo de alimentos es que permite un crecimiento más rápido a la vez que se utiliza una menor superficie cultivable, por lo que además se reduce la deforestación. Además, son más resistentes a plagas de hongos, virus y bacterias a la vez que son más nutritivos, explica el Dr. Domingo Carrera, médico especialista en nutrición de CMED.

Un ejemplo de esto es el arroz dorado, que se consiguió que fuera el triple de nutritivo que un arroz normal con el objetivo de luchar contra la desnutrición que sufren algunos países asiáticos y africanos. Más ejemplos son el tomate transgénico, con mayor contenido en vitamina C; el salmón, con mayor cantidad de grasas poliinsaturadas; o el pollo con más proteína y menos grasas.

Entre las desventajas de los alimentos transgénicos encontramos que pueden afectar a la especies animales y vegetales donde se plantan. Por supuesto, la gran pregunta es si tendrá un efecto negativo sobre la salud de la población que la consume. Existen sospechas que pueden generar más intolerancias o alergias.

Para tener un conocimeinto más profundo sobre si los alimentos transgénicos son totalmente saludable, de momento hay que esperar años, ya que los posibles efectos pueden tardar décadas en aparecer.