Una de las razones es que frutas y verduras no son los alimentos que más patabilidad (capacidad de estimular agradablemente al paladar), siendo estos los que más azúcares, grasas y harinas tienen. De hecho, si no tienen ninguna preparación son muy difíciles de incluir en la dieta para muchas personas.

Sin embargo, cualquier dieta equilibrada y saludable tiene como ingredientes fundamentales las frutas y las verduras. El problema es que no siempre se comen en la cantidad adecuada, explica el Dr. Domingo Carrera, médico especialista en nutrición de CMED.

Una forma de incorporar las verduras en nuestra dieta es como parte de un guiso, ya sea de carne, pescado o en forma de cremas o purés. Por su parte la fruta, en vez de tomarla como postre es mejor acostumbrarse a que sea el tentempié de la mañana o la tarde o bien como un ingrediente más durante el desayuno. Para que sean más atractivas para el paladar, se puede optar por frutas tropicales, que son más dulces que las mediterráneas. Además, se pueden "disfrazar" en forma de compotas, batidos, cocinadas con canela, mezcladas con yogur y con frutos secos, por ejemplo.

Consecuencias de no tomas suficientes verduras y frutas para la salud

Hay que tener en cuenta que son una gran fuente de vitaminas esenciales. Estamos hablando de las vitaminas C, del grupo de las B y de la K. Además son muy ricas en minerales como sodio, potasio, calcio y zinc. No tener un nivel adecuado de estas vitaminas y minerales puede hacer que tengamos problemas de salud como la anemia, escorbuto y un inadecuado funcionamiento del sistema inmune, entre otros. Además son muy ricas en antioxidantes, que nos protegen de agresiones externas y enfermedades cardiovasculares, autoinmunes, diabetes e, incluso, de algunos tipos de cáncer.

Cantidad mínima recomendable al día

La cantidad mínima recomendable es de 5 porciones al día, entre frutas y verduras. Las combinaciones pueden ser tres piezas de fruta (manzana, melocotón, plátano, pera, caqui, etc) y dos porciones de verduras de 100 gr cada una pero procurando que incluyan siempre los tres colores principales, es decir, amarillo, rojo y verde.