Son dos problemas causados por unos niveles bajos de hierro en sangre. Lo principal es identificar la causa de ambas para poder realizar el tratamiento más adecuado.

La deficiencia de hierro se puede deber a una ingesta pobre de hierro, por pérdidas sanguíneas o un déficit en la absorción de hierro. 

La anemia significa tener la hemoglobina baja. Esta puede deberse a tener unos niveles muy bajos de hierro (anemia ferropénica) con glóbulos rojos de tamaño pequeño y un poco pálidos. Otra causa es tener anemia megaloblástica, que se produce con niveles bajos de ácido fólica y vitamina B12, con glóbulos rojos grandes y de un color rojo intenso. 

El Dr. Domingo Carrera, médico especialista en nutrición de CMED, explica que se pueden aumentar los niveles de hierro con la ingesta de alimentos como: carne de vaca o ternera; el hígado; atún, sardinas y salmón; lentejas; espinacas, brócoli, alcachofas, espárragos, acelgas; algas marinas; nueces; frutos secos y yema de huevo, entre otros alimentos.