El mercurio se encuentra tanto en mares como en ríos, por lo que hay pescado que tienen mayores niveles de este metal que otros. Entre ellos están los pescados de gran tamaño, como pueden ser el pez espada o el atún.

Los pescados de pequeño tamaño y los blancos con poca grasa, como la lubina, la dorada, la pescadilla o los lenguados tienen niveles bajos de mercurio, apunta el Dr. Domingo Carrera, médico especialista en nutrición de CMED.

Algunos efectos que provoca un elevado nivel de mercurio en sangre son problemas auditivos y de visión, temblores, ataxia (falta de control muscular), pérdida de apetito y de memoria, irritabilidad y salivación excesiva, entre otros.

Las mujeres embarazadas y las que están en periodo de lactancia son quienes pueden verse más afectadas por un nivel elevado de mercurio en sangre.

Sin embargo, el Dr. Carrera recomienda seguir comiendo pescado (2-3 raciones a la semana) y consumir pescados azules de pequeño tamaño y blancos con poca grasa, aunque también se puede tomar pescados de gran tamaño aunque de manera menos habitual.

El pescado es una gran fuente de nutrientes como son los ácidos grasos del tipo omega, proteínas de alto valor biológico, vitaminas A y D y calcio.

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