El esófago es el órgano que une la boca con el estómago. Tiene una longitud de aproximadamente 25 centímetros y, aunque generalmente no enferma, puede provocar una disminución de la calidad de vida de los pacientes que desarrollan, entre otras patologías, acalasia.

La acalasia es una enfermedad digestiva por la cual la deglución de los alimentos no es la adecuada debido a que las contracciones que el esófago debe hacer para tragar no son lo sufientemente rítmicas, eficaces o no están sincronizadas.

El Dr. Gonzalo Guerra, director médico y cirujano general y digestivo de CMED, explica que la acalasia provoca episodios de atragantamientos, de retención de alimentos en el esófago e, incluso, se puede llegar a regurgitar los alimentos.

Los tratamientos indicados para tratar este problema digestivo pueden llevarse a cabo mediante técnicas quirúrgicas o endoscópicas. La quirúrgica, que se lleva a cabo por laparoscopia, consiste en destruir las fibras musculares del esófago a nivel del cardias de forma que la comida entre de manera adecuada en el estómago. Por su parte, la endoscópica consigue dilatar el esfinter esofágico inferir gracias a la introducción en el mismo de un balón neumático que se hincha de acuerdo con las necesidades de cada paciente.

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