Tras un proceso infeccioso como es una gastroenteritis o una enterocolitis, donde predominan síntomas como la diarrea o los vómitos, la microbiota intestinal se ve afectada. De esta forma, hay que recuperarla poco a poco tanto con alimentos como con la toma de probióticos y prebióticos.

¿Cómo recuperar la micriobiota intestinal?

• • Hidratación: tanto mediante con la ingesta de agua como con bebidas isotónicas.
  • Dieta variada y equilibrada: es recomendable (tras seguir una dieta astringente que ayude en reducir los episodios diarréicos) ir introduciendo progresivamente frutas, verduras y alimentos fermentados. Los primeros días es recomendable que se tomen cocinados al vapor o cocidos. También hay que evitar en este periodo las legumbres, los alimentos integrales y las semillas, así como alimentos en crudo.
  • Probióticos: ayudan a repoblar la microbiota con bacterias beneficiosas para el organismo, como pueden ser los lactobacillus y los bifidobacterium.
  • Prebióticos: son el "alimento" de los probióticos. Consiguen que la flora intestinal se repueble de forma más efectiva. Se encuentran en alimentos como la berenjena, alcachofa, almendra, plátanos, verduras de hoja verde, cebolla, ajo crudo, repollo, miel y avena, entre otros.
  • Evitar tomar antibióticos que sean innecesarios. Será el especialista quien los prescriba en caso de ser necesario, ya que son fármacos que alteran por sí mismos la micriobiota intestinal.

De hecho, según explica el Dr. Gonzalo Guerra, director médico de CMED, una flora intestinal sana hace más difícil que se padezcan procesos infecciosos como la gastritis o la enterocolitis. Añade que el consumo en exceso de café, otros estimulantes y alcohol, así como de sal y picantes y, por supuesto, el hábito tabáquico deterioran el estado la microbiota. Añade que también es recomendable moderar el consumo de grasas saturadas y tóxicos en general.