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¿Qué es la incontinencia fecal?
Madrid 24/06/2013La incontinencia fecal o anal es una patología por la que se pierde el control de las deposiciones con la consiguiente expulsión de heces o gases en momentos no desados.
La incontinencia fecal ocurre más a menudo en las mujeres que en los hombres y es más frecuente en ancianos. El término incontinencia fecal se usa en las siguientes situaciones:
• La deposición se escapa cuando se tienen gases o debido a actividad física/ esfuerzos de la vida diaria
• Una persona puede "sentir deseos de defecar" y no pueda ser capaz de llegar al baño a tiempo• Se ve deposición en la ropa interior después de ir a defecar de manera normal
• Hay una pérdida completa de control intestinal
Padecer incontinencia fecal puede ser embarazoso y estresante, pudiendo limitar la vida diaria de quien la padece, por lo que es conveniente consultar con un especialista.
¿Por qué ocurre la incontinencia fecal?
Para retener las heces y mantener la continencia, el recto, el ano, los músculos pélvicos y el sistema nervioso deben funcionar normalmente. Además, uno tiene que tener la capacidad física y mental de reconocer y responder a las ganas de defecar. Si cualquiera de estas funciones del cuerpo no funcionan adecuadamente, ocurre la incontinencia fecal.
Las causas de la incontinencia fecal son diversas:
- Diarreas y estreñimientos frecuentes, que causan que los músculos del recto y del ano se debiliten.
- Daño muscular o a los nervios que controlan la capacidad del recto y del ano para contraerse o que controlan la sensación rectal. Esto puede ocurrir durante un parto vaginal difícil (por uso de fórceps o episiotomía o por recién nacidos de alto peso), por una operación quirúrgica anal o rectal o por la presencia de ciertas enfermedades de salud (ej. Diabetes mellitus, esclerosis múltiple, ictus cerebrales,…).
- Edad avanzada: con la edad se debilitan los músculos del recto y del ano, además de otras estructuras cercanas en la pelvis
- Incapacidad del recto para estirarse. Si los músculos del recto no son tan elásticos como deberían de ser, el exceso de deposición que se acumula puede escaparse. Las cicatrices que resultan de las operaciones quirúrgicas y terapias de radiación también pueden endurecer los músculos del recto.
- Otras enfermedades. Ciertas enfermedades, como el prolapso del recto (el recto se cae dentro del ano) o el rectocele (el recto empuja hacia la vagina), entre otras.
- Otras causas: el abuso de laxantes, los tratamientos con radioterapia, ciertos defectos del sistema nervioso, y defectos congénitos.
¿Qué pruebas se usan para confirmar el diagnóstico de incontinencia fecal?
Hablar con un médico es el primer paso para intentar conseguir una solución, por lo que no debe dar vergüenza buscar consejo médico. Es precisa la valoración de un especialista, y puede ser necesario realizar una serie de pruebas:
- Manometría anal: estudia la fuerza y la función de los músculos del esfínter anal y la sensibilidad rectal, mediante la introducción de una sonda fina a través del ano. Generalmente, no es dolorosa y no precisa sedación.
- Ecografía endoanal: ayuda a evaluar la forma y la estructura de los músculos del esfínter anal y los tejidos de alrededor. En esta prueba se inserta una sonda de ecografía en el ano o el recto para tomar imágenes del esfínter.
- Colonoscopia: evalúa el intestino grueso o colon y busca anormalidades (como por ejemplo inflamación, tumores o cicatrices) que puedan causar incontinencia fecal. Para hacer esta prueba, se inserta en el recto y hacia arriba a través del colon un tubo fino con una cámara incorporada en un extremo.
- Defecografía: se realiza un video de rayos-X durante la defecación que muestra el funcionamiento del recto. Para hacer el video de rayos-X para esta prueba, se pone una pequeña cantidad de bario líquido en el colon y el recto (mediante un enema).
- Resonancia magnética pélvica: se usa a veces para evaluar los órganos pélvicos y la musculatura de esa zona.
- Otras pruebas más específicas: prueba de determinación del tiempo de latencia motora del nervio pudendo y electromiografía anal, que determinan si los nervios implicados en la continencia están funcionando como deben.